Restaurante Las Albardillas del Real

Las estaciones del año se suceden a través de los grandes ventanales acristalados de Las Albardillas del Real y ofrecen al comensal un recital de colores que acompañan las tonalidades de los platos.

Y es que comer o cenar en las Albardillas del Real es hacerlo en un espacio natural cercano a la mítica ciudad Celtíbera de Numancia lo que aporta un plus a la experiencia culinaria.

Restaurante y Terraza Chill Out ofrecen dos ambientes y cartas diferentes en esta finca, que suma más de 5.000 metros cuadrados a unos 4 kilómetros de la capital.

Con un comedor acristalado y un porche climatizado anexo de 200 metros cuadrados que permite aprovechar los días de invierno, el establecimiento permite personalizar cualquier tipo de eventos.

Los chuletones a la piedra son el plato estrella en Las Albardillas, que ofrece, no obstante, un completo menú con entrantes (tablas, ensaladas y aperitivos ‘Albardillas’), pescados (a la plancha, horno o en tataki) y otras carnes a la brasa con diferentes salsas. Los más pequeños encuentran aquí menú infantil.

Hay, también, una carta de tapas y raciones para hacer de la comida o cena un encuentro más informal entre variadas tostas, huevos rotos y tablas, torrezno de Soria, fritura de calamares, croquetas…

Entre los postres, el coulant es el más solicitado, pero no el único. La carta contiene propuestas para todos los gustos, desde las natillas para los más clásicos y tartas para los más golosos o hasta sorbetes como el de mojito.

Más de una treintena de etiquetas, bien seleccionadas, dan cuerpo a la carta de vinos de este establecimiento, que pone el acento en las denominaciones de origen  Ribera del Duero y Rioja. Lambruscos y hasta un vermú casero de grifo acompañan, entre otros caldos, la cita gastronómica en Las Albardillas.